sábado, 15 de octubre de 2016

... Sobre las corbatas ...

. Tendría un año o quizá un poco más que no me ponía una corbata. Bueno, no, miento, el día de la boda de Zoe, una chica que trabajaba en la oficina debajo de la mía hace un par de años. Y eso fue en octubre, a principios, así que, no soy temporólogo y me da flojera hacer la cuenta del tiempo que ha pasado sin que me pusiera una corbata. Porque ayer usé una. Mal, quizá. Chueca y con el último botón de la camisa desabrochado. Pero hacía calor espantosamente. Y parecía que un gato la había usado como papel higiénico, la camisa, no la corbata, porque de pronto me descubrí una manchita café en la manga. Lo peor es que no pasó ni media hora desde que me la puse (obviamente ya había salido de mi casa) cuando una comezón espantosa me atacó alrededor del cuello. Impresionante. Y haciendo acopio de toda la fuerza de voluntad de la que soy capaz (y con la ayuda de pequeños golpecitos en la zona afectada), conseguí aplacarla por momentos. Todo mi lindo puerquecito sufre por la desacostumbrancia a ser el hombre elefante (usar trafe y corfata). Que desde hace años, cuando trabajaba en el corporativo fraudulento no tenía necesidad u obligación de. Pero cuando tenía siete años (maso) me gustaba ir a la iglesia de corbata. De esas corbatas que tienen ganchitos, oh sí, me veía tan galancito... Pero bueno, hace veinte años también gustaba de vestirme de futbolista, o de luchador, así que no cuenta en realidad. Mi cuello es re sensible, en general toda mi piel de princesa (chale). Soy alérgico al polvo y al pelo de los gatos. Me lleno de ronchas en el cuello cuando estoy en constante exposición a los ácaros, o con la simple cercanía con los felinos. Entonces no sé si sea coincidencia o no, pero creo que un gato vive en mi ventana. Ayer todo el tiempo que estuve en mi cuarto mi nariz no paraba de gotear y gotear (¿Megah quieres ver?). Digo que no sé si fue o no coincidencia porque la camisa me provocó lo que hace mucho no me pasaba. El estrés a causa de la comezón, la alergia. La primera vez que recuerdo esa espantosa sensación fue en la universidad, durante mi estúpido protocolo de tesis con mi estúpido asesor que sirvió para dos estúpidas cosas. Tanto estrés y tanta impotencia porque nada de lo que hacía le gustaba, tanto que hubo que mover cielo y tierra para poder titularme (pero esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión), pero bueno, en esos días, mi cuello era una zona de guerra. Luego volví a ser atacado durante la semana previa a mi debut radiofónico. En el casting no puse demasiada atención a los chicos pues estaba precupado por no rascarme enfrente de todos. Confié en mi productor y al final todo salió bien. El año pasado, durante la grabación de la primera parte del documental sobre educación rural (que este año hice la segunda parte, y ejem, no me han pagado por cierto... ¬¬), tanto polvo y olores y pueblos y niños desnutridos con caras tristes me pusieron casi al límite. Y ayer pensé que me atacaría de nuevo, pero no, o no dejé que pasara a mayores. Cierto es que me estresa la falta de un trabajo estable (más por las constantes quejas de mi madre de que consiga mejor un trabajo de ocho horas diaras y que paguen cada quince días), me estresa también que no me paguen mi dinero cuando dicen que lo harán, pero cierto es también que sigo flotando entre nubes y me siento tan lleno de éxito que sé que nada va a salir mal. (And nobody, in all of Oz, no wizard that there is or was, is ever gonna bring me down...) Esas cosas que nos cuelgan a los hombres y que a muy pocos se les ve bien, anchas, delgadas, con puntitos, de rayas, cortas, largas, feas, más feas, lisas, con textura, etc. ¡Imagínense la vida con una de esas al cuello! Habrá a quien le guste, no lo niego. Tampoco es que sean símbolo de poder y dominación del empleado subyugado. Simplemente ya no quiero entrar en la dinámica del encorbatado. Aunque si valiera la pena ($$$$$$$) me tragaría mis palabras aunque ni la comida me pasara por el cuello apretado. Y me veo guapísimo de corbata eeeh.

No hay comentarios: